Este lunes os traemos un juego de Press Play distribuido por Xbox Game Studios que mezcla puzzles y plataformas a partes iguales. Y sí, hay vida más allá de Halo, Gears of War, Forza o Flight Simulator en Xbox Game Studios que también se encargó de la edición de este Max: The Curse of Brotherhood. El juego salió allá por el lejano diciembre de 2013 para Xbox One y Xbox 360 y hoy vamos a contaros por qué merece la pena recuperarlo, gracias a nuestro querido Game Pass.
La historia de Max
Max, el protagonista de la historia llega a casa de la escuela día y encuentra a su hermano menor Félix jugando en su habitación y rompiendo sus juguetes más preciados. Al estar molesto por su hermano pequeño, Max busca en internet una forma de deshacerse de Felix. Pronto descubre un hechizo que promete hacer desaparecer a su hermano.
Al leer dicho hechizo en voz alta, abre un portal dimensional del que emerge una garra gigante que se lleva a su hermano pequeño, Felix. Al darse cuenta de las fatales consecuencias de sus actos, Max, arrepentido, salta sin dudarlo al portal para rescatar a Felix y descubrir un mundo mágico y hostil controlado por el malvado señor Mustacho y sus secuaces, que no dudarán en poner en uno y mil aprietos a Max. El principal arma de nuestro protagonista será su rotulador. Además, contaremos con la ayuda de una voz femenina que nos guiará y nos dará consejos para avanzar en la historia y mejorar nuestro rotulador que irá adquiriendo propiedades.
¿Infantil?, quizás no tanto…
Lo primero que nos salta a la vista es el estilo gráfico cartoon y las plataformas, por lo que el juego puede dar lugar a engaño pareciendo un mero y simple plataformas para niños. Nada más lejos de la verdad. Max: The Curse of Brotherhood tiene cierto aspecto infantil y partes de plataformas simples, pero, en ocasiones, nos plantea retos que los adultos tendremos que pensar y repensar como superar si queremos seguir avanzando.
Es decir, el juego aunque posea cierto aspecto infantil, no será apto para niños de corta edad puesto que algunos puzzles pueden llegar a ser complejos. Eso sí, los más pequeños disfrutarán viendo jugar, ya que el fantástico aspecto del juego parece representar un cuento.
Un plataformas en el que hay que estrujarse el coco
El juego se presenta como un plataformas como importantes dosis de puzzles. Si bien es esencialmente en 2d, el juego contiene partes en que la vista se amplía u otras en que el desplazamiento se realiza en perspectiva así que puede clasificarse como un juego en 2,5d. El plataformeo formará parte del juego, saltos con agarre, desplazamientos rápidos por plataformas que se derrumban… Todo muy divertido y con buenas mecánicas y respuestas por parte del protagonista. A ello se une que nuestro principal aliado en el rescate de nuestro hermanito no es otro que un pincel con fantásticas habilidades. Con él deberemos sortear los puzles y los cruces, escaladas o saltos, de otro modo imposibles.
Gracias al rotulador podremos desplegar plataformas, así como destruirlas y más adelante podremos también hacerlo con lianas, corrientes de agua y fuego. Y eso que parece tan fácil y sencillo, no siempre lo es. Si bien en las primeras fases todo será coser y cantar, los puzles se irán complicando. Tendremos que crear plataformas, romperlas y mover lo caído hacia otro sitio para subirnos sobre ella y que al desplegar otra, podamos coger esta última, para luego engancharnos en una liana para cruzar determinado sitio. El juego a veces te sugiere ciertos movimientos, cosa que resulta de utilidad para no quedarnos mucho tiempo atascados en una zona.
Gráficos, sonido y jugabilidad aguantan el paso del tiempo
Los gráficos lucen bien tantos años después de su lanzamiento. Los escenarios son muy ricos en detalles, las animaciones muy fluidas y el juego tiene un aspecto realmente bonito. Tratamientos de luces, enemigos gigantescos… hay cosas que aún hoy siguen estando a buen nivel. Sí es cierto que las animaciones no están a 60 fps, pero pese a ello no es un juego tosco o en el que echemos de menos dicha opción gráfica. También son muy reseñables las excelentes físicas en las caídas o derrumbes de plataformas, así como los movimientos de lianas, resultando altamente realistas.
El sonido es otro elemento capital, además de que los doblajes son fantásticos. Cabe destacar el de la «señora», como Max llama a la mujer que le ayuda y aconseja en su aventura. Todos ello ayudan a esa estética de cuento. Además, los FX de Max y los enemigos son muy acertados con los gritos de Max en carreras, caídas o huidas.
Lo mejor del título, sin duda, es la jugabilidad. Los controles son sencillos y usamos apenas 3 botones para realizar todas las acciones. Esto dota de una sencillez increíble del juego, que redunda en su capacidad de «engancharte».
Además de la misión de rescatar a su hermano, Max tiene otras misiones secundarias para hacer aún más rejugable la historia. Podemos tratar de anular todos los ojos del señor Mustacho, para evitar que nos vigile. Algunos de ellos no estarán fáciles de localizar y tenemos nada más y nada menos que 75 repartidos a lo largo del juego. También podremos tratar de localizar las partes de un amuleto de la señora que nos ayuda. Estos estarán repartidos en cada capítulo y son aún más complicados y difíciles de encontrar.
Conclusiones Max: The Curse of Brotherhood
Max: The Curse of Brotherhood es un título tremendamente divertido y variado. Pese a su aspecto cartoon, el juego contiene una cantidad de puzles importantes y que en ocasiones nos harán pensar y probar multitud de veces. Estos no resultan frustrantes, sino que por el contrario, te incitan a pensar y buscar respuestas. El aspecto de serie de animación, unido a los puzzles, pueden resultar un aliciente para jugarlo con niños de una cierta edad y convertir el juego en una experiencia compartida que al mismo tiempo les incite a pensar.
El juego resulta altamente adictivo y es una experiencia más que agradable. Además hace uso del Quick Resume, por lo que si tienes nueva generación, podrás retomar el juego en el punto en el que lo dejaste.
Es por todo ello que no debes dejar pasar la oportunidad de jugar a este juego, que puede incluso jugarse sin problema a modo de título secundario o esporádicamente si tenemos otro título de cabecera ya que se divide en niveles de no muy larga duración pese a contar con 7 capítulos y 20 niveles en total.
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Acerca del autor
Apasionado de la ciencia ficción en todas sus vertientes. Gamer desde hace más de 30 años. Xboxer de corazón